Hablar de ti, es dialogar con la suave
piel del infinito.
Hablar de ti, es tocar tu sombra en el
techo del cielo.
Hablar de ti, es sentir la tersa arena
del desierto violando mis pies.
Hablar de ti, es imaginar tus labios
siguiendo mi sombra.
Los tentáculos de la noche me rodean, me
seducen en su vaivén, y plácidamente me envuelven en su frenesí, sedientas de
ver mis venas brotar esas dulces copas de sangre perfumada, de ese sutil veneno
tóxico, ese apacible, inerte y efímero sabor de tus labios.
Confieso al susurro del viento y al eco de tu mirada, mis ganas de ser esos tentáculos nocturnos para tus huellas, tu delgada piel, tus finos dedos, tus pacíficas manos, tus ojos serenos.
Confieso en esta noche de lluvia, ser algún día ella para ti.
domingo, 29 de julio de 2012
lunes, 2 de julio de 2012
Tentación
El sabor a metal es constante, la luz silenciosa e ingenua se mete sin permiso por la rendija de tu ventana, y desnuda poco a poco cada centímetro de tu piel, mientras la fría mañana desvanece al ritmo del otoño la oscuridad de las delgadas y finas curvas de tu sonrisa, que se recuestan finamente sobre mi esternón, y tu mirada, comprensiva y curiosa, me contempla con dulce frenesí, y yo, tomo prestado tu aliento y me embriago con tu maravilla...
Tan sólo, permíteme beber de tus besos, y hundirme profundo en tus brazos, y permanecer inerte, flotando en la belleza de tus ojos, de tus huellas, tu sombra.
Tienes ese perfume de tentación, es mi necesidad respirar de ti cualquier momento... por ello, susurro a tu oído...
¿Quieres volar conmigo?
Tan sólo, permíteme beber de tus besos, y hundirme profundo en tus brazos, y permanecer inerte, flotando en la belleza de tus ojos, de tus huellas, tu sombra.
Tienes ese perfume de tentación, es mi necesidad respirar de ti cualquier momento... por ello, susurro a tu oído...
¿Quieres volar conmigo?
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