Candor y Fulgor / Mi yo, tu yo/ Nosotros
El candor y el fulgor son palabras que van paralelas: avanzan y se disuelven cada una en su espacio, su definición, su temperatura, color y matices.
El candor se define como la falta total de malicia, ingenuidad, blancura; el fulgor apela a la brillantez y el resplandor.
Algo los une irremediablemente: la blancura y la brillantez, adjetivos que si bien son distintos, tienen paralelismos similares: la luminosidad.
¿Qué los diferencía?: el candor apela a lo moral, lo humano, lo equívoco, es decir, la ausencia de actuar con maldad y la inocencia.
El fulgor se construye en el ser que habita en mí, mi yo: resplandores de luminosidad y brillantez.
El candor, esa persona que habita en tí, tu yo: edificada con atisbos de inocencia, sinceridad, sencillez y suma blancura.
Fulgor y candor, candor y fulgor emana el nosotros.
Nosotros se complementa, se entremezcla y se atina.
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